VIDEO ORIGINAL DE DW, DEUTSCHE WELLE: https://www.dw.com/es/nuestro-cerebro-es-lo-que-comemos/av-52601875 PUBLICADO EL 02.03.2020. Transcripción.
No hay forma de escapar de ellos. Los alimentos demasiado dulces lleno de
grasas malas y ricos en energía, están en todas partes.
Desde hace décadas estos modernos hábitos alimenticios le causan problemas a nuestro cuerpo.
¿Pero qué hay del cerebro? ¿perjudica una mala alimentación también nuestra salud mental? ¿nuestro estado de ánimo y nuestra capacidad cerebral?
Sabemos que la comida chatarra engorda. Pero también puede atrofiar el cerebro. Entretanto también los investigadores del cerebro estudian las consecuencias de nuestros hábitos alimenticios.
“Una alimentación alta en grasas y rica en azúcar produce cambios a largo plazo en ciertas zonas del cerebro”
Esta ciencia -aún joven- revela una nueva faceta de nuestra alimentación.
Con un aumento en la ingesta de grasas y azúcar; el cerebro se reprograma; por lo tanto lo que pasa por nuestra cabeza también depende del contenido de nuestro plato.
Todo comienza con las primeras comidas -antes del nacimiento-
El cerebro se desarrolla durante el embarazo. Su posterior rendimiento depende de la forma en que se alimente; de lo que ha comido la madre durante los nueve meses previos al nacimiento.
Hace tiempo que se conocen las consecuencias de una mala alimentación
para la salud del feto.
En la actualidad en Australia, los científicos se ocupan también de los
efectos de la alimentación en las funciones cerebrales.
Felice Jacka es profesora en la universidad de Melbourne. Estudió el comportamiento de miles de niños después de haber observado los hábitos alimentarios de sus madres en un amplio estudio de 23,000 mujeres embarazadas.
“Seguimos de cerca que comida chatarra y alimentos procesados industrialmente comían y qué alimentos saludables nutritivos y ricos en fibra. Luego; examinamos la salud emocional de los niños de meses a año. Por supuesto, también se tuvieron en cuenta factores como el nivel de formación los ingresos la salud mental de la madre y el estilo de la educación. El resultado fue evidente las madres que consumieron más comida chatarra y alimentos procesados industrialmente como refrescos dulces refrigerios salados pasteles y galletas durante el embarazo, tuvieron hijos más propensos a la agresión y las rabietas”
Esta preocupante correlación sugiere que la alimentación de la madre afecta la salud mental del niño.
Esto aún no se ha probado a nivel biológico; pero Felice Jacka ya está convencida de ello:
“Este amplio estudio noruego mostró que la alimentación de los niños también es importante independientemente de lo que haya comido la madre los niños que comían demasiada comida chatarra y muy poca comida saludable a menudo mostraban un comportamiento furioso o agresivo pero también dolor miedo inquietud y pesadillas”
Desde entonces, las conclusiones de Felice Jacka que han sido confirmadas por estudios en España, los países bajos, y Canadá.
Los investigadores de cerebro ven la causa en una ingesta excesiva de azúcar y grasas pero también en una alimentación desequilibrada los alimentos procesados industrialmente y la comida chatarra que a menudo carecen de nutrientes, no proporcionan lo que necesita el cuerpo y especialmente las neuronas.