La directora de la Chacra Experimental Integrada Barrow, Natalia Carrasco, expresó su preocupación ante posibles medidas que afectarían gravemente el funcionamiento de la institución, dependiente del INTA y del Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense. En Cosas que pasan, detalló los impactos que ya vienen sufriendo y advirtió sobre el riesgo de un nuevo recorte de personal.
“En los últimos años ya perdimos el 50 por ciento de la planta, y si se concreta lo que se está evaluando, perderíamos un 30 por ciento más. Quedaríamos con una dotación mínima, lo que pondría en peligro nuestra presencia en el territorio”, señaló Carrasco.
La directiva además agregó que la situación se ve agravada por jubilaciones sin reemplazo, retiros voluntarios ya realizados y la posibilidad de una nueva convocatoria similar.
La Chacra de Barrow, que realiza tareas de investigación y extensión en los partidos de Tres Arroyos, Dorrego, San Cayetano y Adolfo Gonzales Chaves, tuvo esta semana un encuentro con los cuatro intendentes de esos distritos, quienes manifestaron su respaldo ante la delicada situación.
“El trabajo en el territorio está en riesgo. Hay técnicos que están en localidades como San Cayetano y que, si se pierde ese cargo, no podremos seguir con la misma presencia. Eso afecta directamente a las comunidades rurales y a los productores”, explicó la directora.
Uno de los temas centrales de la preocupación institucional es la posible modificación en el esquema de gobierno del INTA, que -según planteó- podría romper con el equilibrio histórico entre las entidades del agro, la ciencia y el Estado.
“Durante 70 años, las decisiones sobre hacia dónde debe ir el INTA las tomaron de manera equilibrada las entidades, las universidades y el gobierno. Si se aprueba el nuevo decreto, el Ejecutivo pasaría a tener mayoría, y las decisiones quedarán sujetas a la política del momento”, afirmó Carrasco.
La directora también confirmó que este mantendrán reuniones entre representantes de los consejos regionales del INTA y autoridades nacionales, con el objetivo de visibilizar el riesgo que enfrentan y pedir definiciones claras. “Queremos seguir trabajando en el territorio, con nuestra gente, con los productores. Pero para eso necesitamos condiciones mínimas de funcionamiento”, concluyó.