En su columna de los viernes (y última de este año) en Cosas que pasan, la licenciada en psicología María Liva reflexionó sobre el impacto emocional que generan los cierres de año y los balances personales.
Durante la conversación, destacó que diciembre es un mes cargado de emociones y cierres de ciclos.
“Muchas veces nos ponemos a pensar si cumplimos con todas las metas o expectativas que nos planteamos al inicio del año, y esto moviliza emociones, tanto agradables como desagradables”, expresó María.
Subrayó además la importancia de aprender a convivir con las emociones que surgen, especialmente cuando los objetivos no se cumplen tal como se esperaba. “No todo tiene que empezar y terminar con el año. Es fundamental reconocer los intentos, porque intentarlo siempre es mejor que quedarse en la línea de partida”, señaló.
La especialista también hizo hincapié en la necesidad de compartir las emociones con otros para aliviar posibles sentimientos de angustia o ansiedad: “Poner en palabras lo que sentimos, ya sea con un amigo, un familiar o un profesional, genera un espacio que trae alivio frente al malestar”.
Finalmente María invitó a la audiencia a aprovechar el cierre de año como una oportunidad para reflexionar no solo desde lo racional, sino desde lo emocional, y destacó que “el inicio de un nuevo año renueva la esperanza y nos impulsa a seguir adelante”.
