Matías Casen, ayudante mayor del cuerpo de Bomberos Voluntarios, fue protagonista de un acto heroico que conmocionó a toda la comunidad.
El pasado viernes 6 de diciembre, una madre desesperada llegó al cuartel de bomberos con su hija de pocos meses en brazos, quien se encontraba en un cuadro de asfixia.
Matías, quien estaba de guardia, no dudó en intervenir aplicando maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) que devolvieron a la pequeña su respiración.
“Fue un momento muy emocionante y complejo, pero, gracias a Dios, todo salió bien. Es importante estar preparado, y eso es lo que nos da la formación como bomberos”, comentó en Cosas que pasan.
El bombero recordó la impresión inicial al ver llegar el vehículo y a la madre sosteniendo a su hija. “Pensé que el auto se estaba prendiendo fuego, pero cuando vi a la bebé en brazos, entendí lo que realmente estaba ocurriendo. La capacitación es clave, pero llevarla a la práctica es otro desafío”, explicó.
El momento de alivio llegó cuando la pequeña Catalina comenzó a llorar. “Fue una tranquilidad enorme, una sensación única. Después, al verla nuevamente y conocer a sus padres, la emoción fue indescriptible”, expresó Casen.
El gesto de Matías no solo salvó una vida, sino que también reafirmó la importancia de la formación constante del cuerpo de bomberos.
“Nos preparamos durante todo el año para todo tipo de situaciones, pero este fue un caso especial. Es la primera vez que realizo una maniobra así en una bebé”, relató.
Su acción no pasó desapercibida y recibió una distinción por parte del municipio, además del reconocimiento y afecto de toda la comunidad.
“Estas experiencias te reimpulsan. Disfruto ser bombero cada día, y esto me motiva aún más”, concluyó.
