En el marco de la tragedia de Oriente, la justicia condenó a Rafael Pozos a seis años de prisión y diez años de inhabilitación por el cuádruple homicidio culposo y lesiones leves, como resultado del accidente que provocó la muerte de cuatro personas.
Marcelo Amado, abogado de una de las familias de las víctimas, comentó en “Cosas que pasan” que “es el máximo que el código prevé para este delito, pero la pena no logra reparar el dolor de los familiares”.
Amado reflexionó sobre la efectividad del sistema penal, expresando que “una condena mayor no cambiaría la tristeza de los afectados” y planteó interrogantes sobre la verdadera función de las penas de prisión en la sociedad: “No vamos a estar mejor como sociedad después que Pozos cumpla esta pena; esas cuatro personas van a faltar igual”.
El fallo ha generado debate sobre la necesidad de ajustar las leyes y la capacidad del sistema penal para brindar justicia y reparación a las víctimas y sus familias.