Con esa frase el doctor Gabriel Guerra anunció el lamentable fallecimiento de un accidentado durante el reciente fin de semana.
Se trata de un joven menor de edad, a quien se le diagnosticó “daño cerebral irreversible”, según las expresiones del secretario de Salud y Prevención del distrito.
En el informe diario con la situación epidemiológica del distrito, Guerra, anunció el penoso desenlace y al mismo tiempo informó que en horas de la tarde en un vuelo de emergencia habían arribado profesionales del CUCAIBA para confirmar el diagnóstico preliminar de las autoridades locales, pero además para comenzar el proceso de ablación de órganos mediante el cual un hecho trágico se convierte en un gesto de esperanza a partir de la donación de órganos del menor fallecido, para dar vida a otras personas que se encuentran en lista de espera.
En el incidente dónde había resultado herido de gravedad el menor, se produjo el fallecimiento de otros dos jóvenes, en el marco de un accidente de tránsito a altas horas de la noche en la avenida Aníbal Ponce.