La muerte de Néstor Zoquini, de 32 años, encontrado en el arroyo Claromecó el pasado 7 de noviembre, ha dado un giro significativo tras la reautopsia realizada. José Bianconi, abogado de la familia Zoquini y exfiscal, reveló en Cosas que pasan que la investigación inicial, que calificaba la muerte como asfixia por inmersión, dejó muchos interrogantes sin resolver.
Según Bianconi, la familia Zoquini lo convocó apenas veinte días después de la desaparición y el hallazgo del cuerpo de Néstor. Al revisar la autopsia original, notaron que estaba incompleta y no respondía adecuadamente a las preguntas claves desde un punto de vista médico-legal. La fiscalía accedió a una segunda autopsia, realizada en Junín, que confirmó que Zoquini había ingresado al agua agonizando, pero con un disparo en la cabeza.
La intervención de Bianconi ha sido crucial para avanzar en la investigación. A partir de las dudas surgidas de la primera autopsia, que fue filmada y fotografiada, Bianconi y su equipo señalaron la necesidad de una reautopsia a la fiscalía, destacando las inconsistencias y la falta de información en el informe inicial. La reautopsia realizada en Junín permitió obtener una imagen más clara y precisa de los eventos que llevaron a la muerte de Zoquini.
El abogado explicó que en la primera autopsia se observó el rostro ensangrentado de Zoquini, lo que indicaba un disparo, pero no se avanzó en esa línea, concluyendo la causa de muerte como ahogamiento. La reautopsia, sin embargo, confirmó que el disparo fue un factor crucial y que Zoquini ingresó al agua aún con vida, aunque agonizando.
La búsqueda en el arroyo Claromecó se ha intensificado en los últimos días, con equipos trabajando para encontrar el arma utilizada en el disparo. La hipótesis principal es encontrar un arma de fuego o cualquier otro objeto relacionado que pueda esclarecer si fue un homicidio, un suicidio inducido o un suicidio. Bianconi señaló que todas las posibilidades están siendo consideradas, y la investigación sigue abierta en todas las direcciones posibles.
Bianconi también destacó la importancia de la participación del Ministerio Público en Bahía Blanca, donde un equipo técnico revisó las filmaciones, fotografías y declaraciones del primer médico forense. Este equipo respaldó la necesidad de una reautopsia, lo que fue fundamental para avanzar en la investigación.
En cuanto a las hipótesis que se manejan, Bianconi indicó que se deben considerar todas las pruebas disponibles para armar el rompecabezas. Encontrar el arma de fuego sería un paso crucial, pero se debe determinar si es la misma que disparó el proyectil encontrado en el cráneo de Zoquini. La investigación continúa recopilando testimonios y pruebas que permitan descartar o confirmar las diversas teorías sobre la muerte de Zoquini.
Finalmente, Bianconi mencionó que hasta el momento no ha surgido evidencia que relacione la muerte de Zoquini con el narcotráfico, aunque no se descarta ninguna posibilidad. La falta de resultados claros en la primera autopsia y la intervención del forense que realizó el examen inicial podrían tener consecuencias, dependiendo del avance de la investigación.