Tierra Blanca relata la experiencia de Facundo, un investigador tresarroyense que lleva un año viviendo en la Antártida y que continúa desarrollando tareas científicas en la Base Orcadas, donde permanecerá al menos hasta febrero o marzo de 2026.
En el continente más austral del planeta, Facundo trabaja en un entorno extremo que lo desafía tanto en lo profesional como en lo personal. “Vivir en la Antártida no es solo una experiencia laboral, es una verdadera lección de vida”, expresa, al referirse a la convivencia diaria, el aislamiento y las condiciones climáticas adversas.
Su historia también recupera aspectos históricos de gran valor. El primer edificio permanente de la Antártida fue construido en 1903 por una expedición escocesa en la Isla Laurie, mientras que la histórica Casa Moneta, levantada en 1905, hoy funciona como museo y es parte del patrimonio de la base.
Uno de los momentos más significativos de su estadía fue el hallazgo de un artículo de cocina proveniente de Tres Arroyos. Ese objeto, simple pero cargado de significado, se transformó en un fuerte lazo emocional con su ciudad de origen, reforzando el valor de las raíces aun estando a miles de kilómetros de casa.
Facundo compara su permanencia en la Antártida con una misión espacial de larga duración: adaptación constante, disciplina y trabajo en equipo. En ese contexto, destaca la importancia de la humildad, la cooperación y la capacidad de encontrar belleza en un entorno hostil.
Tierra Blanca muestra no solo el trabajo científico que se desarrolla en Orcadas, sino también la experiencia humana de un tresarroyense que, desde uno de los lugares más remotos del planeta, sigue construyendo una historia de aprendizaje y crecimiento personal.
