Norma Gaido en Cosas que pasan
La doctora Norma Gaido recibió un reconocimiento de la Federación Médica de la provincia de Buenos Aires (FEMEBA) por cumplir 50 años de trabajo ininterrumpido en la profesión, tanto en la actividad privada como en el Hospital Pirovano. En Cosas que pasan la reconocida endocrinóloga habló sobre su vocación, su formación y los cambios en la medicina a lo largo de cinco décadas.
“Cuando uno tiene vocación, no te pesa trabajar”, expresó al explicar por qué sigue atendiendo en su consultorio y en el hospital. Gaido contó que continúa actualizándose cada año y que incluso participa de capacitaciones virtuales. “El día que me pese, voy a tener que dejar. Pero hoy lo sigo disfrutando”, afirmó.
La profesional recordó que desde muy joven decidió dedicarse a la endocrinología. “Me interesaba todo lo relacionado a las hormonas. Cuando terminé medicina dije: yo voy a estudiar endocrinología”, relató.
Sobre su especialidad, explicó que los endocrinólogos trabajan con las hormonas y el metabolismo y que una parte central de su tarea es la diabetes. “Hay un lema que dice que de dos diabéticos vive más el que conoce su enfermedad. Si uno se cuida, puede vivir igual que una persona que no tiene diabetes”, señaló.
Gaido destacó que en la actualidad hay “mucha más conciencia de prevención” y que los pacientes llegan al consultorio con más información y consultas específicas. También resaltó la importancia del diálogo médico–paciente: “No todo es computadora. Hay que escuchar al paciente, porque muchas veces necesita ser escuchado”.
La médica también repasó su historia personal: nació y se formó en Córdoba, donde cursó su carrera y vivió el contexto del Cordobazo en 1969. Luego viajó durante años al Hospital Italiano para completar su especialización. Además, recordó que fue concejal durante tres períodos y presidenta de partido.
Consultada por un mensaje para los nuevos ediles que asumieron en el Concejo Deliberante, expresó: “Que sean solidarios y que escuchen a la gente. Que caminen la calle y no se queden solo en el recinto”.
Gaido cerró la charla con un mensaje dirigido a los médicos jóvenes: “Que no pierdan la empatía. No hay enfermedades, hay enfermos. La misma enfermedad puede ser distinta en cada persona”.
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