En su habitual columna de los viernes en Cosas que pasan, la licenciada en psicología, María Liva, abordó el tema de la impulsividad, ese impulso que muchas veces nos lleva a actuar sin pensar, movidos por emociones intensas que se imponen a la razón.
“La impulsividad aparece cuando el cuerpo responde antes que la cabeza. No hay reflexión, no hay conciencia de las consecuencias, simplemente se actúa”, explicó María, y detalló que detrás de cada conducta impulsiva hay una emoción que la dispara.
También diferenció entre impulsos desadaptativos —como compras compulsivas o decisiones repentinas de las que uno se arrepiente al instante— y aquellos que pueden tener un valor adaptativo.
“En contextos amenazantes, un impulso puede salvarte. Tiene una función de supervivencia”, explicó.
Sin embargo advirtió que “cuando la impulsividad es la forma permanente de resolver los conflictos, deja de ser funcional y genera consecuencias negativas en lo personal, lo social y hasta en lo laboral”.