La pediatra Florencia Fosque en su columna de Cosas que pasan para abordar un tema que genera muchas consultas y temores entre madres y padres: la fiebre en los niños.
Fosque explicó que la fiebre no es una enfermedad en sí, sino un signo, una manifestación del cuerpo ante una infección.
La médica aclaró que esta reacción es generada por el propio cuerpo como un mecanismo de defensa. “Nuestro cerebro, más precisamente el hipotálamo, produce fiebre en respuesta a un agente infeccioso. Eso mejora nuestras defensas: permite que los glóbulos blancos lleguen más rápido al lugar de la infección, que se produzcan mejor los anticuerpos y que las bacterias no puedan aprovechar ciertos minerales como el hierro o el zinc”, detalló.
También explicó que por eso se acelera el corazón y se agita la respiración. “Es parte del proceso. Aumenta la circulación y la oxigenación del cuerpo. La fiebre tiene una finalidad, no es algo que deba asustarnos”.
En cuanto al momento de intervenir, Fosque señaló que no hay una cifra específica: “Hay niños que tienden a tener fiebre más alta y otros no. El cuerpo tiene un techo y en general no supera los 41 grados. El cerebro tiene mecanismos para evitar que suba más”.
Finalmente llamó a las familias a informarse y mantener la calma. “Tenemos que bajar la ansiedad. Cuando entendemos qué es la fiebre, dejamos de verla como un cuco”, aseguró.
