En su columna de los miércoles en Cosas que pasan, la nutricionista Anahí Heded abordó los efectos del estrés sobre la alimentación y la salud.
“Muchas veces recurrimos a alimentos ricos en grasas y azúcares, no porque tengamos hambre, sino como respuesta a emociones como la frustración, el enojo o la tristeza”, explicó Anahí, quien definió este fenómeno como “angustia oral”.
Durante la charla, destacó que el estrés puede convertirse en un problema crónico si no se aborda desde sus raíces emocionales y psicológicas.
“Un estrés prolongado genera cambios hormonales que favorecen el aumento de grasa abdominal y otros problemas de salud, como presión arterial alta o colesterol elevado”.
Como alternativas saludables recomendó incorporar alimentos antioxidantes como frutas cítricas, zanahorias, zapallos, y el uso de cúrcuma en las comidas. “Estos alimentos no solo contrarrestan los efectos negativos del estrés, sino que también previenen enfermedades relacionadas con un mal funcionamiento del cuerpo”, afirmó.
“Es clave identificar las emociones o situaciones que nos generan malestar, ponerles nombre, y buscar formas de resolverlas. La alimentación puede ser una aliada, pero requiere decisión y constancia para romper con los círculos viciosos”, dijo al finalizar.