Los sindicatos estatales han convocado a un paro nacional para el 7 de agosto. Rodolfo Aguiar, Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), explicó que la medida busca enfrentar la “profunda recesión” que ha transformado la crisis económica en una depresión prolongada.
Durante una reciente entrevista, Aguiar detalló cómo la crisis ha impactado duramente a la población. Según la Universidad Católica Argentina (UCA), la pobreza ha alcanzado el 55% y la indigencia el 17%, mientras que 178,000 empleos se han perdido en los últimos siete meses. Además, el 93% de los argentinos están endeudados, y las ventas de alimentos y medicamentos se han desplomado, afectando incluso a quienes tienen obra social.
Aguiar criticó al gobierno por su manejo de la situación y su falta de soluciones efectivas. Señaló que, a pesar de la aprobación de la ley de bases y el DNU, la crisis se ha intensificado, con una recesión que ha llevado a un deterioro aún mayor. La propuesta de reformas previsional y laboral del presidente Javier Milei, que incluyen aumentar la edad jubilatoria, reducir pensiones, y flexibilizar condiciones laborales, ha sido duramente criticada por los sindicatos. Estas reformas, según Aguiar, representan un ataque a los derechos sociales y laborales básicos.
La convocatoria al paro nacional también responde a una creciente preocupación por la represión y la vigilancia estatal. Aguiar denunció la creación de una “Policía del Pensamiento” y el aumento de la represión contra quienes ejercen su derecho a protestar. Según él, el gobierno ha intensificado la represión, y se han registrado detenciones de militantes por reclamar sus derechos.
La movilización del 7 de agosto comenzará a las 8:00 a.m. en Liniers con una columna que marchará hacia Plaza de Mayo, donde se concentrarán a partir de las 2:00 p.m. La fecha tiene un significado especial al coincidir con la festividad de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. Aguiar destacó que la protesta busca no solo expresar el rechazo a las políticas actuales, sino también unir a diversos sectores sociales, religiosos y de derechos humanos en una “segunda etapa de resistencia”.
Aguiar expresó optimismo sobre la capacidad de los sindicatos y las organizaciones para organizar una respuesta efectiva. “No podemos especular; tenemos la responsabilidad de defender los derechos de los trabajadores y de la población”, concluyó.
El paro nacional será una oportunidad para mostrar unidad y resistencia frente a un gobierno que, según Aguiar, está llevando al país hacia una mayor desigualdad y deterioro social.