Mario Souto: 25 años de compromiso y pasión como Bombero Voluntario

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En la tranquila ciudad costera de Claromecó, un héroe anónimo trabaja incansablemente para proteger a su comunidad. Mario Alberto Souto, Bombero Voluntario de corazón, cumplió el pasado 5 de septiembre sus 25 años de servicio en el cuerpo de Bomberos local.

Mario Souto es una de esas personas que encarnan la verdadera esencia de la comunidad. Originario de Claromecó, su vida siempre estuvo ligada al servicio público. Además de su papel como Bombero Voluntario, Mario también se desempeña como albañil, siguiendo los pasos de su padre, José Souto, y su hermano, Adrián. Pero la llamada de ayudar a los demás era demasiado fuerte para resistirla.

Mario no solo se entregó a la profesión de Bombero Voluntario, sino que también abrazó la tradición familiar con orgullo. Su padre, José, y su hermano, Adrián, también ocuparon el cargo de Jefe de Bomberos en su ciudad natal. Y, como si el legado no fuera suficiente, su hijo Brian se desempeña actualmente como aspirante en el cuerpo de Bomberos, continuando la tradición que ha perdurado a lo largo de generaciones.

La vida cotidiana de un Bombero Voluntario es una encrucijada constante entre el deber y la familia. No hay un día libre ni un evento importante que no pueda ser cancelado por el sonido de la sirena que anuncia una emergencia. Esta es la realidad que Mario Souto y sus compañeros Bomberos enfrentan cada día.

Mario ha sido testigo de innumerables desafíos a lo largo de sus 25 años de servicio. Ha luchado contra incendios devastadores en el vivero de Claromecó y ha arriesgado su vida para salvar viviendas particulares en llamas. Su dedicación es incuestionable.

Una fecha en particular se destacó en la vida de Mario. El 22 de septiembre de 2020, en el día de su cumpleaños, no celebró en casa con su familia. En su lugar, estuvo en la línea de frente, combatiendo las llamas durante el incendio del vivero dunícola de Claromecó. Una foto de ese día se volvió viral, mostrando a Mario luchando contra el fuego con determinación.

Pero ser Bombero es más que apagar incendios; es una vocación que implica transmitir valores esenciales a la comunidad. Mario y sus compañeros enseñan respeto, responsabilidad, solidaridad, camaradería y el verdadero trabajo en equipo. Estos valores, a menudo invisibles para el ojo público, son lo que realmente define a un Bombero dedicado.

Desde el cuerpo activo, la comisión directiva del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Claromecó y este medio, queremos aprovechar esta ocasión para saludar y agradecer a Mario Souto por sus 25 años de servicio inquebrantable a la comunidad. Su compromiso y pasión por esta noble profesión son un ejemplo para todos nosotros. ¡Felicidades, Mario!

Mario junto a su familia, en las guardias de Año Nuevo

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