Imagen utilizada con fines ilustrativos
El profesor de matemáticas del Instituto Almafuerte que fue denunciado por acosar a alumnas de entre 12 y 15 años de edad pertenecientes a 1º y 2º del primer ciclo de la educación secundaria, fue apartado del cargo –por ahora- por decisión de las autoridades del colegio.
Dibujos, insinuaciones y hasta darle el número personal para que –al menos una de ellas- le escriba cuando quisiera, forman parte de las descripciones que las madres hicieron en las denuncias que llegaron a la UFI Nº6 que conduce la fiscal Natalia Ramos.
Ello se desprende de las denuncias a las que tuvo acceso Cosas que pasan.
“Le miraba la cola”
El profesor “había comenzado a hacerle dibujos de corazones en sus hojas, en varias ocasiones le había tocado la mano, y cuando llevaba un trabajo a corregir al escritorio –y se daba vuelta- sus compañeros le manifestaban que le miraba la cola”, contó una de las madres cuya hija tiene 14 años de edad, en su denuncia.
“Un día se acerca a llevar un trabajo al escritorio del profesor y este le escribe en una hoja si le molestaba que él la mirara”, agregó en esa misma presentación.
La madre incluso describió que el profesor se acercó al banco de su hija y que con su mano le rosó la pierna.
“Le hace sonrisas”
En otro de los casos denunciados, con una alumna de 12 años de edad, su madre expuso ante la justicia que el profesor “la observa y le hace sonrisas”, y que en cierta ocasión cuando su hija entregó un trabajo en el escritorio del profesor éste “acerca su mano y acaricia la mano de su hija”, ante lo cual su hija retiró la mano “rápidamente”.
En este caso también se denunció “le miraba parte de su cuerpo como también a sus compañeritas”, y que “no quería ir más a las horas de matemáticas”.
“Escribime”
Y en el caso de una estudiante de 15 años de edad, su progenitora denunció que el profesor “le hacía correcciones con corazones”, y que hasta “le pasó el número de teléfono privado”. “Escribime cuando quieras”, le dijo a su hija.
Acoso
Fuentes de la investigación informaron en un primer momento que el tono de las denuncias configurarían una situación de acoso, para la justicia. Y que en ese caso la institución educativa misma debe hacerse cargo de resolver el problema.
Al menos hasta este viernes fueron cuatro las madres que se habían acercado a la justicia para hacer la denuncia.
Desde el Instituto por el momento se mantiene el silencio.
Por su parte el profesor de matemáticas denunciado, que vive en Tres Arroyos y viajaba a diario para dar las clases, aún no ha dado a conocer su versión de los hechos.