Durante el trabajo que los bomberos voluntarios de Tres Arroyos realizaron para aplacar los efectos de las llamas en la vivienda de calle Balcarce 1970, se vivieron momentos de angustia de parte de una de las niñas de la casa siniestrada.
Preguntaba acongojada por si su mascota aún estaba viva cuando uno de los bomberos y uno de sus compañeros le realizaban tareas de reanimación.
El tenso momento tuvo un instante de quiebre cuando cuando el rescatista le dijo a la niña “está vivo”, logrando que el drama que se abatió sobre la vivienda al menos haya tenido un momento de alivio.