Somos los vecinos del quizá llamado Nuevo Barrio Olimpo, o Barrio Polideportivo como a muchos nos gustó llamarlo. En este barrio se han construido en el último tiempo muchos hogares dónde diferentes familias de trabajo, con diferentes ocupaciones y profesiones nos reunimos a vivir integrados a la ciudad.
                   
A sólo pocas cuadras de la avenida San Martin y cerca de avenida Ameghino. Nuestras calles se denominan: San Lorenzo  (altura 1300 a 1500), San Lorenzo bis, Alsina bis, Alsina a la altura de  1300 a 1500, Balcarce (altura 1300),  Balcarce bis;  todas estas calles contenidas  por San Luis y San Juan. 
                           
Hemos edificado apostando a empresas constructoras y de materiales locales, pagamos mes a mes los impuestos municipales y sacamos la basura los días de la semana que nos corresponden. Reciclamos, plantamos árboles y mantenemos el barrio entre todos.                                                        Pero parece que hemos sido olvidados por las autoridades locales, anuncian cloacas y nuestro barrio no las recibe, extienden gas en otros barrios y nuestro barrio por escasez de firmantes no logra que el mismo llegue, realizan asfalto para empresas que se instalan en pocos meses  y a nosotros, después de años, sólo nos dejan residuos por obras  y calles cortadas debido a las mismas. Anuncian plazoletas en épocas de elecciones, incluso cortan el pasto ilusionando a los niños…. Y nada parece llegar, el pastizal vuelve a crecer y los juegos se vuelven invisibles. 
Nuestras preguntas son: 7
¿Debemos vivir en un barrio cerrado para lograr nuestros derechos como habitantes de un barrio? ¿Debemos instalarnos en las calles en nuestros horarios laborales para que nuestros justos reclamos lleguen a las autoridades?
                                            
Vivimos rodeados de terrenos llenos de pastizales, basura, alimañas.  El medio ambiente que se ha prometido limpiar, intimando a sus dueños que parecen no respetar las cartas documento que la municipalidad les ha enviado. El cordón cuneta y la luminaria completa para que la oscuridad no se apodere de nuestro barrio parecen ser “sueños” inalcanzables que en  época electoral aparecen en los discursos.
En nuestras calles  podemos encontrarnos con columnas gigantes de cemento que, de repente aparecen en el medio de la nada sin ningún fin, las cuales exponen a qué cualquier transeúnte pueda tener un accidente. Ya han sido realizados los reclamos y escuchado las promesas. Las columnas siguen en pie, al igual que nosotros.
                   
¿Cuántas llamadas por teléfono más debemos hacer? ¿Nuestros reclamos se convierten en simples desahogos?  Exigimos respuestas porque nuestro barrio forma parte  la ciudad, sus habitantes amamos Tres Arroyos y no podemos seguir siendo un barrio perdido en medio de la urbanización.
 
            









