La reforma policial no implica delegación del mando en los gobiernos municipales

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El último jueves se promulgó en el Boletín oficial los cambios estructurales en la Fuerza Policial de la Policía de Buenos Aires dispuesta por el Ministerio de Seguridad bonaerense, tal como lo anunciara desde los primeros días de su gestión Sergio Berni.

Entre los puntos más importantes podemos sintetizar según informó a Cosas que Pasan una fuente del Ministerio son :

El jefe policial y el Municipio:

El jefe de estación podrá ser propuesto por el municipio y siempre sera designado por el Ministerio.


La designación de jefes policiales es una cuestión compleja, debe haber rotaciones, controles cruzados.


Se trata de una cuestión profesional para fortalecer la conducción, el comando y el control de la fuerza policial. No habrá delegación del mando policial en el municipio, el jefe de estación coordinará las acciones con el Municipio

La reforma:

La Provincia de Buenos Aires enfrenta el desafío de diseñar e implementar una política de Estado en materia de seguridad que oriente las acciones estatales en los próximos años.

Esta política debe ser integral, porque va más allá de la actuación de la policía. Abordar el problema de la inseguridad requiere una perspectiva multiagencial que articule las diversas áreas involucradas en la construcción de una sociedad segura.

Consideramos que esta política de Estado, además de ser integral, debe estar contextualizada en el plano local, puesto que la Provincia de Buenos Aires se compone de 135 municipios con realidades sociales, económicas, institucionales y criminológicas muy diversas.

Por lo tanto, estamos planteando una reorganización del funcionamiento de la policía en el nivel municipal, que dé cuenta de los cambios que se han producido en los últimos años en las capacidades de los gobiernos locales.

Desde hace décadas, la seguridad se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. En ese tiempo, en el que hemos asistido a políticas inestables y oscilantes, una de las novedades más sustantivas en el campo de las políticas públicas ha sido el desarrollo de nuevas capacidades para el gobierno de la seguridad en los gobiernos locales.

Estas nuevas capacidades incluyen el desarrollo de los Centros de Operaciones Monitoreo (COM), con tecnologías para la videovigilancia del espacio público, la incorporación de diversos sistemas de alerta, como lectores de patente, botones antipánico y alarmas comunitarias, y la formación de equipos de trabajo capacitados en análisis criminal.

Como todos sabemos, de acuerdo con la Ley provincial 12.154 de Seguridad Pública, sancionada en 1998, los municipios de más de 70.000 habitantes no forman parte del Sistema Provincial de Seguridad Pública. No obstante, el nuevo rol de los municipios en materia de seguridad ha sido reconocido desde el plano provincial en dos hitos relevantes en materia de políticas públicas.

El primero de ellos fue la creación en 2014 de las Policías Locales. Esto implicó el reconocimiento del rol estratégico de los gobiernos locales en la producción de seguridad ciudadana y en la gestión del policiamiento de proximidad, otorgándoles un papel protagónico en la conformación de estas nuevas unidades policiales.

En segundo lugar, la Legislatura de la provincia sancionó en 2016 la ley de creación del Fondo Municipal de Fortalecimiento de la Seguridad, que distribuyó 200 millones de dólares entre los 135 municipios bonaerenses, específicamente destinados al fortalecimiento de las herramientas de monitoreo y control relacionadas con la seguridad ciudadana.

Varios jefes, menos jefes

En la actual organización policial, la responsabilidad de conducción se licúa en tres o cuatro jefes que integran distintas líneas de mando superpuestas en el territorio. Todas las áreas policiales uniformadas que están en la calle realizando tareas de prevención y reacción frente al delito, como la Policía Local, el Comando de Patrullas, las Comisarías y la Comisarías de la Mujer, responden a jefes distintos que están en la cúpula policial. La policía se organiza en compartimentos estancos que no dialogan ni coordinan entre sí.

Consideramos necesario unificar el mando, comando y control de todas estas unidades policiales en un solo jefe uniformado, que se haga responsable del proceso de planificación, ejecución y control del despliegue policial, lo que implica definir y tratar los problemas relacionados con la seguridad y garantizar el cumplimiento de la ley.

De esta manera, tener un solo responsable, un “jefe de policía” en cada municipio, favorecerá la coordinación de estrategias y acciones entre la policía y el gobierno municipal.

Estación de Policía

El principio de unidad de mando, comando y control se implementará mediante la creación de la nueva Estación de Policía.

De esta manera, tener un solo responsable, un “jefe de policía” en cada municipio, favorecerá la coordinación de estrategias y acciones entre la policía y el gobierno municipal.

El principio de unidad de mando, comando y control se implementará mediante la creación de la nueva Estación de Policía Departamental de Seguridad, cuya jurisdicción territorial se corresponderá con la del municipio. El Jefe de Estación tendrá a su cargo todas las unidades policiales uniformadas de prevención y control del delito que cumplan funciones en las calles del municipio, lo que incluye a la Policía Local, el Comando de Patrullas, todas las Comisarías de la jurisdicción y la Comisaría de la Mujer y la Familia.

Un elemento clave en el nuevo modelo de organización es la creación de la Oficina de Planificación y Operaciones en la nueva Estación de Policía Departamental de Seguridad. Esta área tendrá por misión desarrollar un Programa de Operaciones y Despliegue, que permita evaluar el desempeño del personal policial, particularmente de los jefes, sobre parámetros profesionales objetivos.

Las estrategias de policiamiento contenidas en dicho programa serán resultado de un diagnóstico de los problemas criminales específicos de cada distrito.

La Superintendencia de Análisis

Para fortalecer esta capacidad de diagnóstico, el Ministro creó la Superintendencia de Análisis Criminal, que tendrá la función de organizar y supervisar el diseño y evaluación de los Programas de Operaciones y Despliegue Policial.

A su vez, este programa se articulará con una Plan Integral de Seguridad Local, que cada Municipalidad deberá elaborar y presentar ante el Ministerio de Seguridad. Este plan local deberá contener estrategias integrales de prevención de la violencia elaboradas desde una perspectiva multiagencial. En este tipo de abordaje, la policía es uno más entre los varios actores que articulan sus esfuerzos para asegurar la tranquilidad pública y la convivencia pacífica en una sociedad libre de todo tipo de violencia.

Mesa de Coordinación

A los efectos de coordinar las instancias provincial y municipal, se creará una Mesa de Coordinación Local que tendrá distintos objetivos estratégicos.

Primero, asegurar el intercambio de información relevante para optimizar el despliegue policial en el terreno y fortalecer el apoyo al Poder Judicial y al Ministerio Público en las investigaciones criminales, lo que implica la actuación de la policía como auxiliar de la justicia y la utilización de las imágenes de las cámaras de vigilancia municipales como elemento de esclarecimiento en la investigación y prueba en juicio.

Segundo, asegurar la coordinación entre los distintos elementos policiales para evitar superposiciones, antagonismos y omisiones, y evaluar el conjunto el impacto del trabajo policial desarrollado en el marco del Programa de Operaciones y Despliegue y el Plan Integral de Seguridad Local.

Tercero, promover una utilización más eficiente de los recursos logísticos empleados en el trabajo policiales, especialmente el combustible y la adquisición, mantenimiento y reparación de los edificios y móviles policiales.

Y cuarto, asegurar la integración funcional entre el COM y las unidades policiales que actúen en el territorio, a fin de que el impacto del despliegue policial, tanto preventivo como reactivo, se potencie a través de las herramientas tecnológicas de los municipios.

Algo que debe quedar claro es que ninguno de estos cambios implica una delegación del mando policial en los gobiernos municipales.

Estas reformas tampoco pretenden ser un invento novedoso. Estamos plasmando un proceso que en el campo de las políticas públicas se denomina “de responsabilización de actores”, lo que le permite al sistema contar con actores políticos y policiales con roles y responsabilidades claras

La Resolución se inspira en un modelo de políticas públicas basadas en evidencia. En el campo de la seguridad, esto implica desarrollar una perspectiva de análisis criminal para orientar un despliegue inteligente de los recursos policiales.

Sin evidencia, los recursos policiales se distribuyen de manera intuitiva y arbitraria, sin método ni planificación, quitándole profesionalismo a la función policial y haciendo que el impacto sobre el delito resulte mucho menor al que reclaman los bonaerenses.

Contar con un análisis científicamente riguroso de los problemas criminales, permitirá optimizar los recursos, potenciar los resultados y adaptarse a la enorme diversidad de situaciones que existe en cada municipio bonaerense, desarrollando capacidades policiales específicas que brinden una respuesta adecuada para cada problema.

Para ello, vamos a avanzar en una estrategia de descentralización de la formación y el entrenamiento que acerque la oferta de capacitación a cada municipio, con el fin de asegurar la accesibilidad geográfica para los efectivos policiales. Ya hemos mantenido conversaciones con los Intendentes para contar en cada distrito con un Centro de Formación y Entrenamiento dependiente de la Escuela de Policía Juan Vucetich y la Superintendencia de Institutos de Formación Policial. 

Vamos a desarrollar un esquema de operaciones y despliegue policial que se perfeccione continuamente a partir del modelo de lecciones aprendidas y el reentrenamiento permanente de los efectivos.

Creaciones de otras Divisiones

Debemos destacar que en el marco de la Resolución que establece estos cambios, el Ministro dispuso la creación de la División de Armamento y Tiro Policial, el Departamento de Estrategias Policiales de Proximidad, la División de Manejo y Mantenimiento de Móviles Policiales, y la Escuela de Artes y Oficios, que busca recuperar la formación en tareas esenciales para el funcionamiento de la institucional policial, como armería, mecánica, gomería, herrería, carpintería, electricidad y albañilería.

La incorporación del enfoque de género al trabajo policial es un objetivo estratégico establecido en la Resolución. Los Jefes de Estación serán responsables de asegurar que las Comisarías de la Mujer y la Familia mantengan su especialidad y cuenten con todos los recursos humanos y logísticos necesarios para desarrollar su tarea. Al mismo tiempo, deberán garantizar que la perspectiva de género sea efectivamente adoptada por la totalidad de las dependencias policiales a su cargo, lo que permitirá evitar la revictimización y brindar una respuesta profesional y eficiente ante los hechos de violencia contra las mujeres. Con el fin de asegurar el cumplimiento de este objetivo, la Dirección Pcial. de Género y DDHH, en coordinación con la Superintendencia de Políticas de Género, establecerán los protocolos y modalidades de trabajo en la materia, ejercerán los mecanismos de control y supervisión, y promoverán las capacitaciones necesarias.

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