Esta mañana, una vecina de nuestra ciudad comunicó en su muro d efacebook una situación que luego corroboró en una comunicación que mantuvo con FM103.9 para el programa Cosas que Pasan.
Se trata de una mujer que llegó a la guardia del Hospital Pirovano por la zona destinada a pacientes sospechosos de covid-19 porque tenía 40 grados de fiebre.
Allí la recibió un médico-del que guarda su firma y nombre en un recetario que le entregó ese día- que no quiso revisarla “no me quiso ni tocar, no se acercó, de lejos me dio el termómetro y me dijo que yo me tome la fiebre, así lo hice. También de lejos me dijo que mi panza sonaba como movimientos terrestres y que tenía gastroenteritis, me recetó paracetamol y me mandó a mi casa de vuelta”, explicó la mujer a Cosas que Pasan.
La paciente sorprendida insistió en que le hagan algún análisis o descarten alguna enfermedad, peor le informaron que solo la fiebre no era motivo para la atención en ese sector, además de “perseguirla” desde la administración preguntándole si tenía mutual y que entregara el bono correspondiente.
De allí se fue al sanatorio Hispano donde recibió la atención correspondiente y tratamiento por infección urinaria.
La mujer explicó que otro vecino la llamó para contarle que también él había pasado por idéntica situación.
“Me sentí como que tenía una peste, destratada y deshumanizada”.
La producción de Cosas que Pasan se comunicó con el director adjunto del Hospital Pirovano doctor Alexis Pogorzelsky quien informó que hasta ese momento no había recibido ninguna queja o denuncia desde los consultorios sobre este tema-