Según Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, una vacuna contra el nuevo coronavirus podría tardar entre 12 y 18 meses en desarrollarse.
Pero esa vacuna sería para “la peor situación”, dijo, y por ahora, la preparación a largo plazo debe equilibrarse con soluciones inmediatas de salud pública que contengan el virus y mantengan baja la tasa de mortalidad.