En Cosas que hablar, María Liva compartió reflexiones sobre el desarraigo, un fenómeno que afecta a aquellos que dejan sus hogares por diversas razones: estudios, trabajo o incluso conflictos.
En el contexto actual, la migración global representa un 3,6 % de la población mundial, y quienes atraviesan el desarraigo enfrentan un corte con sus raíces e identidad, un proceso que puede generar consecuencias emocionales y físicas.
María recordó su propia experiencia al mudarse para estudiar, enfrentándose a sentimientos de tristeza y aislamiento.
Sin embargo, destacó que hoy en día las tecnologías facilitan el contacto con los seres queridos, lo que puede ser una estrategia importante para mitigar el impacto emocional.
Mantener una comunicación constante y buscar integrarse en el nuevo entorno, ya sea mediante hobbies o nuevas amistades, son acciones clave para hacer frente a este proceso.
Subrayó además la importancia de prestar atención a posibles señales de depresión o ansiedad, como problemas de sueño o ataques de pánico, y recomendó buscar apoyo profesional si fuese necesario. Además, destacó el rol crucial de quienes permanecen en el lugar de origen para apoyar emocionalmente a quienes se van, a través de una comunicación cercana y constante.
El desarraigo, aunque difícil, también puede ser una oportunidad para crecer y crear nuevos lazos.
Como concluyó María, mientras se busca conquistar un nuevo espacio, es esencial mantener firmes las conexiones con el lugar de origen.